Poema de los dones – Jorge Luis Borges

 

Nadie rebaje a lágrima o reproche  esta declaración de la maestría  de Dios, que con magnífica ironía  me dio a la vez los libros y la noche.

 

 

Groussac o Borges, miro este querido  mundo que se deforma y que se apaga  en una pálida ceniza vaga  que se parece al sueño y al olvido.